domingo, 30 de enero de 2011

Banda sonora para una siesta esperada

La suave textura de la manta térmica, si cerrabas los ojos podías escuchar los rechinidos de las delgadas fibras, soul eyes, de Melissa Aldana, sonaba muy bajito, tanto como para que se pudiera escuchar el quejido de la manta...un rechinar, mitad natural mitad sintético.
Que pedía la manta?
Que era lo que aquellos dos cuerpos que se sentían ajenos no lograban comprender, entender, escuchar.
Que es lo que la manta pedía?
probablemente el mensaje de dos corazones que en muchos años nunca dejaron de estar juntos, probablemente el chillido no era comprensible desde la textura de la manta.
hacía falta mirar.
Tener todo descrito y mirar la tenue sensación con la que en baja luz, los montículos de las partes, cubiertas por las mantas y en penumbra, como montañas al atardecer, aproximaban los cuerpos, de piel, lentamente se aproximaban. totalmente conectados con los deseos de años de cercanía, con el ímpetu de la manta, con los deseos del corazón.

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