domingo, 25 de enero de 2009

no como una esposa

Llevaba muerta cinco días, y yo no me animaba ni a mirarla, allí, bajo mi cama. La verdad, es que ni siquiera me sabía mal, en realidad, me daba exactamente igual. Tuvieron que pasar varios meses hasta que Pascal la echó de menos, entonces me preguntó por ella y, yo muy cínicamente mirándole a los ojos, le expliqué.

-Mira, cuando noté que le faltaba el aliento, intenté resucitarla en el garaje, junto al coche, luego vinieron los de emergencias e hicieron lo suyo; -pero todo fue en vano, espero que no te importe, igual, ya tenía más de cuatro años… -Si te parece, te compraré otra de mejor calidad.

-¡Ya ves!, las baterías no son como las esposas.

apuntes autistas y una busqueda de identidad


He terminado de leer Apuntes autistas de Alberto Fuguet. No sé si seré capaz de escribir mis impresiones, digo esto, porque creo que el lenguaje escrito es grande y versátil. Pero tanto mi retórica, como la compresión del tema, supera mi capacidad de contar o de describir las emociones y experiencias que viví, mientras posaba mis ojos escrutadores, sobre cada una de las palabras que se organizaban línea a línea en cada párrafo.

Coyunturalmente, el final de la historia se juntó con mi memoria personal, alcanzando un clímax escénico, que me llevó a la humedad ocular pública.


Acto primero
Yo, con piel de bronce, y pendiente de plata, sentado frente al sol mediterráneo y, con fondo, cualquier edificio neoclásico.

Soy inmigrante en España. Pertenezco a un país que, en este medio, es conocido por su gente básica, poco culta, poco instruida y fundamentalmente por haber llegado en una gran ola migratoria, estos migrantes ecuatorianos han venido a ocupar roles laborales despreciados por los locales. Si bien por diversas circunstancias profesionales y de interés personal no cumplo con estas características poblacionales, y puedo desarrollarme profesionalmente, mis demandas de socialización no se ven cubiertas por el imaginario local español.

En este contexto, desde hace algún tiempo me estoy cuestionando asuntos trascendentales en mi vida individual y social. A partir de una visita a mi país en el verano de 2008, las preguntas se centraron alrededor de temas como la identidad, la patria, los intereses personales, el oficio, la profesión, la familia, por citar algunos.

Esto me ha llevado a intentar relacionar lecturas de temas que me inquietan y fundamentalmente abrir mi pensamiento a una suerte de reconocimiento, mezcla y aceptación tanto de los elementos de la identidad como de los mecanismos sociales de interacción.

Acto segundo

Yo, con piel de bronce, sentado a contraluz, con pendiente de oro y con fondo de adobes.

Gracias al Tuchito López redescubrí a Bolívar Echeverría, filósofo ecuatoriano, quien en Vuelta de siglo hace una erudita explicación del momento actual; determina momentos que creo son claves, para definir las circunstancias de la época, sobre todo desde la perspectiva de la cultura, el mestizaje y la identidad.

Esto trastocó la percepción de los elementos que conforman mi identidad y, más que eso, generó una nueva perspectiva a partir de una simbiosis entre lo leído y lo vivido como inmigrante, en los dos últimos años.

Acto tercero
Aparezco sentado en mi ordenador una tarde de agosto, o septiembre, no lo sé con precisión. Solo tengo seguro que aún hacía mucho calor. Mientras trabajaba en mi portátil, a través de la Web escuchaba un programa de radio que entrevistaba telefónicamente Alberto Fuguet. De esa entrevista me quedan un par de impresiones. Pocas en realidad, pero muy inquietantes.

Fuguet habla de la teoría de MacOndo, de la cual yo no tenía ni idea, me intereso en el tema pero no logro conseguir el libro porque lleva agotado más de diez años. El mismo escritor afirma que esto le ha producido más problemas que satisfacciones, pero eso lo entenderé luego; el siguiente dato interesante, para mí, fue que hablara de Ernesto Quiñónez, un ecuatoriano que vive en Estados Unidos y escribe en Inglés, Bodega dreams, traducida al español como El Vendedor de sueños; consigo la novela, la leo y no me aporta mucho, me divierto, me agrada su narrativa, pero nada más, especialmente no me aporta nada acerca de lo que busco.

Acto cuarto
Compro Apuntes autistas, en una librería on-line de Santiago de Chile me llega y la leo, no la devoro, la mastico pausadamente, con calma, disfruto cada media hora o cuarenta minutos que tengo para leerla.

Cada página me produce un cúmulo de emociones. Estoy ahí, me encuentro charlando con un amigo contemporáneo que ha vivido y ha tenido experiencias muy similares a las mías. Me encuentro conmigo.

Sé que no soy cinépata ni cinéfilo, no he visto ni una décima de las películas que ha visto el autor y, menos aún he leído todos los libros que ha leído él, pero cada comentario a cada película o libro o anécdota tiene elementos que los encuentro propios.

Entiendo la teoría de MacOndo, entiendo que es parte de mi identidad, pero que mi Macondo aún es mucho más grande dentro de mi experiencia y mi realidad.

Entiendo que un libro puede ser "sanador" cuando enseña y permite recordarse que uno, no es tan raro, tan apátrida, tan poco patriota, tan alienado, que uno vive tan cerca del límite del estoicismo y, sobre todo que esto en sí no es tan malo, todo lo contrario, que allí es donde radica la riqueza interior e intelectual que uno puede tener.

Entiendo que no estoy solo y sé que esto es bueno.

My blueberry nights


Está muy bien el planteamiento de Wong Kar Wai en su primera película de habla inglesa, My blueberry nights.

Me gusta lo que propone, una historia simple y sencilla para llegar a algo mayor, Con una estética muy cuidada.

Las cosas para que lleguen hay que necesitarlas mucho y desearlas poco, -yo acotaría-, y no buscarlas; solo estar atento, el momento en que pasan delante de uno y tomarlas. Siento que es además un acercamiento interesante al azar y la casualidad. Incluso al luto, a la muerte de un amor.

La estética de la penumbra me recuerda mucho a la bohemia, a la serie de cuadros Saxos sexos y convexos de Sócrates Ulloa, a todos los recuerdos de bares, noche y penumbra ligados al desamor, al amor, al desamor… al amor.


Norah Jones, la protagonista, no está nada mal como actriz, un poco opacada por el resto del elenco que es de primera, pero claro, imagino que debutar con Wong Kar Wai, promete estar en primera línea de aquí en adelante.





Yo resumiría el argumento de la película, con la canción de Fito Páez El Amor después del amor

.

jueves, 15 de enero de 2009

trilok y la arkè


Trilok Gurtu junto con la Arkè string quartet, hacen un cd (es del 07) se llama arkeology, es escalofriante, bueno este es el efecto que los violines me causan, escalofríos, esto me recordó a uno de mis violinistas preferidos, Danny Cobo. Un homenaje a Él.



y el escalofrío me ha recordado a este párrafo:

"¿que es el vértigo?¿el miedo a la caída?¿pero por qué también nos da vértigo un mirador provisto de una valla segura?. El vértigo es algo diferente al miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados" (tomado de LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER. Milán Cundera, segunda parte, capitulo 17.)

CREO QUE LA VIDA SE TRATA MAS DE ESTO QUE DE FELICIDAD

POSTALES DE LENINGRADO


Buena forma de contar una película; desde la mirada de un niñ@. Esto me ha hecho entender que las cosas pueden no ser tan duras como uno las piensa, me refiero a la guerrilla y todo lo que implica. A veces intento hacer el ejercicio de ver las cosas y las circunstancias a través de mis niños, es difícil pero cuando uno lo logra es alucinante como puedes entrar en una dimensión "prohibida para adultos", hay gozo y dulzura en todo.
creo que la Película es brillante al momento de contarla, no tanto así su historia misma, entiendo que la directora pretendía hablar de sus miedos y no sé si logra transmitir eso, se que es una película para ver y sobre todo disfrutar los efectos, que con un "trazo" que conecta enteramente con lo infantil, ilustra momentos o detalles claves dándoles un realce exquisito.
la banda sonora está muy bien, especialmente el tema clásico de Hasta siempre Comandante de Carlos Puebla, versionado por los Mexicanos y ex-Molotov: Micky Huidobro y Paco Ayala, imposible de conseguir por ello posteo la mejor que conozco que es la de Héctor Napolitano.

de ciudad a exiliado

DE CIUDAD A EXILIADO

cuando pienses en mi, encuéntrame en las cosas más sencillas,
aquella plaza con fuente, el sonido discreto del agua,
el reflejo del sol en cada gota, que luego de airearse al viento, vuelve a la fuente.


cuando pienses en mis plazas,
recuérdame sus antiguas bancas,
donde estudiaste, reíste,
donde lloraste, enamoraste.

cuando pienses en mí recuérdame en los besos más sinceros.

recuérdame en las voces anónimas,
los voceadores de periódicos, los vendedores de lotería, el ruido de los autobuses y los coches.
algún gato de tejado en las noches, algún aullido de perro callejero.

cuando pienses en mí
recuerda a mi viento de nevados,
gélido, letal.
recuerda mi cielo de verano,
azul entero, impecable.
recuerda a tu sol,
canicular, intenso, total.

cuando pienses en mí, encuéntrame en las noches más enteras
las noches con estrellas, luna y amor.

encuéntrame en chimenea con libro
en frío con manta
en sed con agua
en beso con caricias.

cuando pienses en mí recuerda que también me haces falta.

lunes, 5 de enero de 2009

diciembres

hoy te echo de menos, hombre pájaro, hombre viento
echo de menos cuanto camino corrí tras mis deseos
echo de menos las piedras mojadas de las calles infinitas
olores de Palo santo e incienso de los Diciembres lluviosos

emociones navideñas, apenas apañadas con retales de villancicos
reuniones familiares, novenas y abrazos sinceros

hoy no más hombre viento ni deseos
hoy menos vuelos y más realidades
sonrisas postizas y ajenas de festejos extraños

solo quedan las emociones infantiles y honestas
solo quedan montones de sueños guardados
rotos, esperados

solo queda esperar que sea leve
y el próximo menos.