jueves, 9 de diciembre de 2010

After dark, Murakami

Hay dos cosas que me parecen maravillosas en la historia. La primera que creo que es algo con lo que coincido totalmente con Murakami. Me es imposible la vida sin una banda sonora. Creo que va desde ruidos hasta canciones mismas, pero no las que suenan, sino mucha que en ocasiones me dan muchas ganas de poner a ciertas situaciones...en fin, que yo empezaría siempre diciendo,...en el fondo suena...
Y creo que esto es lo que le hace a la historia tan "guionesca"(palabra que creo que acabo de inventar) y es que es imposible leer a Murakami sin visualizar las escenas de cada situación, como si fuera el guión de una película, más que una historia; y esto se refuerza por la segunda cosa que me impresiona y gusta mucho a la vez. La extremada descripción de los detalles. Es eso lo que aporta toda una estética a la imagen.



Luego me cuesta un poco concentrarme en percepciones de los personajes, para imaginar lo que sienten. Bueno, a lo mejor es que me deja de importar la situación ante dos elementos tan contundentes e importantes para mi. El detalle y el sonido.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Quito



No mucha gente habla de su ciudad. No mucha gente se impresiona, se deja impresionar del paisaje, de la imagen gráfica (lo que ve) y mucho más de ese gran contingente sociológico y antropológico que es la ciudad(lo que se sabe y se siente). Y esto...dicho sea de paso...entre urbanos. Ni se diga los rurales, que creo que tampoco. Finalmente y más allá de mi opinión, es poco la gente que habla de su territorio. Pero aunque lo veamos, aunque el camino innegable sea el deterioro de ese sentido y sentimiento de pertenencia y territorialidad, que el hombre cada vez pierde frente a la globalidad, yo me resisto! ! ! existe una fuerza interior indescifrable que permite que broten de dentro mío un indestructible esencia de Pertenencia a un territorio.



El otro día mientras escuchaba, justamente que el inicio de la aceptación de la globalidad, empieza por perder el sentido de territorialidad y con ello de identidad territorial local, recordé que estaban a punto de venir las fiestas de mi ciudad, mi espacio, mi casa, mi territorio. El escenario más importante de mi vida, O de la parte más importante (aún) de mi vida, y mientras intentaba hacer todo el ejercicio por DESENTERARME de lo que decían en la conferencia escribí esto, que a lo mejor es la manera que me queda de decir: Viva Quito:

Días tristes a la distancia, no me sabe el paladar a hornado y pilsener,
Días tristes, las fiestas de mi pueblo de lejos.
días lejanos esos del 40, bailes en la calle, silbadores y diablillos
...y mañana sin chuchaqui
no habrán calles de de adoquín de piedra.
no habrán brillos de lluvia en el suelo.
ni olores de sahumerios en las iglesias.

solo papá Noel y Reyes...uno más ajeno que otro
si habrán sonrisas y caricias de nenes
las felicidades chiquititas
que hacen que la distancia
valga la pena