miércoles, 19 de octubre de 2011

Tokio blues

Cunado leí After Dark, creo que llegué a ser peyorativo con la historia y muy elogiador con los elementos visuales, que para mi marca Murakami con un acento mayúsculo en su literatura.
Ahora, todo lo contrario, he disfrutado tanto Tokio blues, que realmente tengo que decir que es casi como si he visto una telenovela!!!como dicen por aquí un absoluto culebrón.  Poco más tengo que decir que no sea ponerme a contar la historia. Enfatizar las dos cosas que ya antes mencioné de la narrativa de Murakami: los detalles en la composición de las imágenes, de cada escena, de cada cuadro, casi armando una composición que tiene más facha de guión audiovisual que de novela.  La exquisitez de la banda sonora y ahora un elemento adicional, que es la coherencia en profundidad de su novela.  La manera como permite que el lector sea capaz de sentir emociones a través de los personajes y que esas emociones te trasladen a un ámbito reflexivo que sea capaz de dejarte un MENSAJE, en este caso muy potente!!!

martes, 13 de septiembre de 2011

De cara al otoño: Entre Tulsa y recuerdos


Hoy ha habido un tún tún a mi puerta.  Ha sido la radio y me ha contado que la cantante de TULSAMiren Iza, se va a Nueva York.  Me ha sido inevitable sentir un abandono.
Pero: ¿ por qué de una cantante a la que ni siquiera he tenido la oportunidad de ver en vivo?
El verano anterio, a finales, casi exactamente hace un año, escribí este post, hoy lo he re-leído y me ha gustado, sobretodo la asociación de imágenes que se puede ver.  Pero me ha permitido también recordar que a propósito de aquel descubrimiento de hace un año, compré el CD, y Estúpida y Oviedo fue la canción del otoño dentro de mi banda sonora y de una manera muy marcada, gracias al énfasis que mis chicos le pusieron.  Hoy, un año despues, los chicos saben perfectamente quien es Tulsa, saben de memoria las letras de sus dos canciones preferidas, pero lo que está dentro de todo esto, sobre todo dentro mío y espero que de los chicos, es verdaderamente el timbre de la voz de Miren Iza, la melancolía que es capaz de transmitir, el arte de las analogías, metáforas y más figuras de sus letras y el virtuosismo de sus músicos.  Espero que este nuevo paso de Miren Iza, sea un proceso de crecimiento tanto como es para mi el ir descubriendo las cosas tan valiosas que me da el estar atento a mi entorno.  Me siento crecer con todo esto, ya que de otras maneras no se puede.
Por cierto, se va por la psiquiatría, no por la música.

martes, 7 de junio de 2011

espejito

Algún día se enterarían de quién era el que movía el espejito, era mi regalo de la mañana, el espejo móvil estaba a la izquierda, su foto de los veinte años a la derecha, al momento de maquillarse, mamá legañosa y recién levantada se miraba despacito y tan pronto como agachaba la mirada al grifo yo movía el espejo enfocando a la foto, ella alzaba la mirada y se volvía a encontrar con la edad en la que me tuvo, me regalaba ese cachito de sonrisa cariñosa y se seguía maquillando, cuanto me pesa haberme ido.

viernes, 29 de abril de 2011

whatchig the wheels y la obediencia

No siempre es falta de entereza ni exceso de timidez. hay veces en que es solo orden de prioridades, inteligencia, estrategias y más. Hay veces en que aparentar obediencia es supervivencia y hay veces en que es estar más arriba...más allá o mas acá. Hay veces en que simplemente es estar viendo las ruedas girar.


sábado, 12 de febrero de 2011

Otro cine

Hay veces en que uno se hace compromisos con uno mismo.
El año pasado la mejor película que vi fue el secreto de tus ojos y creo que eso consagró a Ricardo Darín como uno de los mejores actores, y siempre que hablo de Él no puedo dejar de mencionar la película por la que le conocí, que sigo creyendo que aunque Él no ha dejado de mejorar, es una de mis películas preferidas, Nueve Reinas.
Este año he visto poco cine, pero si hay alguna película por la que se debería premiar a Bardem es por biutiful, bueno en realidad no sé a quién es que hay que premiar, a lo mejor a Alejandro González Iñarritú...casi que me da igual, creo de verdad, que hay un cine que se sale de competencias. Son más bien algo como una experiencia sensorial, que al final de verla solamente te queda un estado, una sensación...
Y recuerdo desde Jamón y Jamón a no es país para viejos, pasando por Amores Perros, 21 gramos y Babel; Recuerdos todos estos con música de fondo de Gustavo Santaolalla, a lo mejor Ronroco...que me manda mis raíces andinas.
Pero más allá de mis recuerdos y de todos los Goyas que mañana se va a llevar Bardém, y por eso la oportunidad de este post y de mi auto compromiso, es que realmente creo que el cine de Darín, el de Bardém o el de Alejandro González....y muchos más que recuerdo, realmente son una experiencia más que una industria y un negocio.

jueves, 10 de febrero de 2011

A María Pajarito

Hoy he tenido un romance, romance infantil y de caricias.
El romance de la única mujer a la que he visto nacer y la única por la que daría mi vida para que no creciera más. mientras acariciaba y peinaba su pelo húmedo, algo enredado, en la mitad de sus sollozos, por el tirón del pelo al pasar el cepillo, he pensado que le querría más, algo calva para no hacerle daño. Le querría algo más si pudiera congelar su mirada, para dejar de verla crecer, alistarse y volar.
Le quisiera algo más si pudiera entender por qué se me hace tan duro ser papá.
Porque hoy con su pequeña carita entre mis manos, he visto una mirada de amor tan grande ante mis lágrimas que sé que será eterna, solo por eso sé que le ayudaré a volar.


domingo, 30 de enero de 2011

Banda sonora para una siesta esperada

La suave textura de la manta térmica, si cerrabas los ojos podías escuchar los rechinidos de las delgadas fibras, soul eyes, de Melissa Aldana, sonaba muy bajito, tanto como para que se pudiera escuchar el quejido de la manta...un rechinar, mitad natural mitad sintético.
Que pedía la manta?
Que era lo que aquellos dos cuerpos que se sentían ajenos no lograban comprender, entender, escuchar.
Que es lo que la manta pedía?
probablemente el mensaje de dos corazones que en muchos años nunca dejaron de estar juntos, probablemente el chillido no era comprensible desde la textura de la manta.
hacía falta mirar.
Tener todo descrito y mirar la tenue sensación con la que en baja luz, los montículos de las partes, cubiertas por las mantas y en penumbra, como montañas al atardecer, aproximaban los cuerpos, de piel, lentamente se aproximaban. totalmente conectados con los deseos de años de cercanía, con el ímpetu de la manta, con los deseos del corazón.